Hemos desarrollado ingeniosas maneras de desvincularnos de las dificultades que atraviesa el resto, incluso quedando bien y haciéndonos acreedores de agradecimientos a nuestra salida. Una estrategia muy generalizada y socialmente recomendada consiste en proveer a los demás de fútil optimismo a ultranza con un velo de simpatía que, casi en cada instancia, inicia con la simple e inocente frase: "Bueno, espero que...".
Make an effort.