lunes, 4 de enero de 2016

This little earnest prince


En silencio, contemplamos las ruinas de las relaciones interpersonales que no han soportado el descuido de sus co-protagonistas siendo los escombros severos testimonios de que el ser incapaces de mentir no es lo mismo que el ser sinceros y de que el escoger una conveniente porción de la verdad tiene que ver más con manipulación que con transparencia.


"It's not enough to speak, 
but to speak true."
Midsummer Night's Dream - Act 5, Scene 1

Nunca parece un buen momento para "soltar la bomba": cuando el clima es triste o adverso, evitamos abrumar la situación; mas cuando el ambiente es alegre y favorable, no queremos estropearles los buenos ánimos. Es así como transcurre cada día y nuestro temor a ser inoportunos sumado a la posibilidad de una sacudida emocional termina siendo más grande que nuestro deseo de ser completamente honestos.

Illusions 
don't crumble 
silently.
 
Las ilusiones no se desmoronan en silencio: ellas retumban cuando sus creadores pisan tierra. No es sencillo aceptar que de todas formas y en diferentes grados los demás y nosotros saldremos lastimados en el proceso. Tampoco es fácil descubrir que, por lo general, la parte más psicológicamente hiriente es el continuo esfuerzo dedicado a esquivar la realidad. No podemos seguir siendo prisioneros de nuestro miedo a reventar burbujas.

Time to be brave,
my young honest friend.


Con el impacto de la sinceridad, la mortificante carga se alivia y quedamos libres: no más encubrimiento, no más resentimiento, no más censura y no más impotencia. Toma una enorme dosis de determinación decir lo que se debe y reconocer nuestra cuota de responsabilidad en las consecuencias. La próxima vez no esperemos a que mantener la charada se haya vuelto insoportable y quizá así podamos salvar varias de nuestras relaciones interpersonales.