domingo, 14 de julio de 2013

Us vs. the World


"En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey" - dice la conocida frase. Sin embargo, la experiencia muestra que con el suficiente período de exposición y dependiendo de quién logre influir en quién es posible que ocurra uno de los siguientes dos fenómenos: El primero muestra que aquel que no podía ver empieza a recuperar la vista, al quitarse la venda de los ojos; el segundo fenómeno muestra, por otro lado, que aquel que no era ciego empieza a ver cada vez menos, al perder su visión.

Tras el impacto
nos ralentizamos
o aceleramos.

Procuremos que el impacto que causan las personas al tocar nuestra vida siempre nos empuje (o, al menos, les empuje) hacia adelante con más fuerza. Somos cada uno de nosotros un universo diferente con nuestra propia forma de ser y nuestra propia perspectiva del mundo, por ello mismo toda persona que encontramos durante nuestra travesía trae consigo la oportunidad de aportar algo de sí a nuestra vida. Esta oportunidad siempre debe ser canalizada en un acto de inspiración, es decir, cuando uno es capaz de integrar a su vida algo aprendido del otro que le ayuda a crecer como persona. Como nos dice aquella canción: "Creo que cambié para bien. Sin embargo, de lo que sí estoy seguro es que fue gracias a que te conocí que cambié para siempre" [For Good].

Vivamos
con una perspectiva
en alta definición.

Puede que aquellos que nos rodeen miren al mundo, pero decidan apreciar sólo una fracción de él, decidan encasillarse en lo familiar y decidan plantar su mirada en los obstáculos en lugar de sus metas; esa puede ser su visión y por supuesto la nuestra tiene todo el derecho de ser diferente. En efecto, nosotros no necesitamos condicionar nuestra noción de felicidad a aquella que haya construido el resto pues contamos con la libertad de tener nuestra propia perspectiva de la vida y así tener la oportunidad de ver al mundo en alta definición. Si en lugar de compararnos con el resto nos comparamos con la persona que fuimos ayer, será mucho más fácil darnos cuenta que siempre podemos mejorar.

Tiempo de
despegar(nos).

En algunas ocasiones lo mejor que podemos hacer es dejar aquel ambiente que no nos está trayendo una sonrisa y nos está impidiendo surgir. "No podemos dejar de crecer solamente porque el resto se ha acostumbrado a vernos pequeños" es una idea que hace énfasis en la línea que existe entre respetar las necesidades de los demás y sacrificar nuestro propio bienestar a causa del temor que tiene el resto a salir de su comfort zone. Muchas veces somos nosotros los que debemos despegarnos para demostrar a los que dejamos atrás que, efectivamente, no existen barreras.

Debe considerarse que para poder despegar exitosamente es necesario prepararnos obteniendo las fortalezas necesarias (calificaciones que destaquen, relevante experiencia laboral, diplomados, maestrías, dominio de varios idiomas, etc.) para encarar sin mayor inconveniente los desafíos que existen en el camino. Si aún no nos hemos preparado, hoy es un excelente día para comenzar a hacerlo.

"Que nadie llegue a ti y se vaya sin sentirse más feliz" [Mother Teresa]. Al vivir de la forma que nos hace más felices logramos dejar un verdadero ejemplo que posiblemente logre tener repercusión en la forma de ver de alguien más. Finalmente, si en nuestro camino nos encontramos con alguien demasiado encasillado, podemos tomar este evento como una ocasión para educar pues recordemos que en algún momento nosotros también tuvimos la venda en los ojos.

Feliz domingo, my friend, mientras te encuentres con vida tienes oportunidad de sentirte vivo =]

"I said, what could we do?
You said, we could do anything we want to."