En julio
del 2013, this little prince aprendió como el deshacerse de una porción
de aceite a través del lavatorio podía resultar en la obstrucción de las
tuberías de todo un departamento y terminar costando más de $1600
en reparaciones. Una lección costosa, pero que ilustra la manera como ante un desatino existe también la posibilidad de rectificarnos: "Los
accidentes ocurren, y por ello es básico saber como enmendar
nuestros errores" [Libro de encantamientos - Harry Potter].
En la vida no existe
Ctrl+Z.
Cada
decisión queda grabada para la posteridad y es también cada
decisión una parte responsable por la dirección que tomará la trama de
nuestros futuros episodios. El tiempo no va a volver atrás para
darnos la oportunidad de reescribir la historia; sin embargo, aquello
que sí es verdaderamente posible es escribirnos un desenlace en el
cual se descubra que todo lo cometido nunca fue en vano.
Como autores que somos,
poder reconocer
nuestras obras
es la parte más
dignificante.
Somos los
únicos autores y grandes responsables merecedores de la gloria o la
sanción por aquello que hemos logrado. La capacidad de responder por
nuestros actos es un aspecto esencial a desarrollar en nuestro
proceso de crecimiento pues nos provee de una sincera introspección que permite asumir, sin nuestro ego de por medio, que fuimos
nosotros los causantes del resultado actual. Sólo así tenemos la
oportunidad de retroalimentarnos creando sustanciales lecciones aprendidas. Es
nuestro sentido de responsabilidad el que nos dignifica y permite
decir "Lo siento. Hice todo lo que pude" o
"Gracias. Hice todo lo que pude" con la misma templanza.
Al enmedar
lo (des)hecho
logramos
finalmente
cerrar el
círculo.
Es importante minimizar el período de enojo y frustración que experimentamos al descubrir que nos hemos equivocado pues es ciertamente un inútil uso de nuestro tiempo y energía: Sin importar cuánto gritemos, lloremos o condenemos, la leche va a seguir estando derramada. Tomemos aire, encaremos la situación y en lugar de consumirnos con pensamientos negativos, optemos por enfocarnos en aquello que sí es capaz de dar un giro a la historia: El control de daños ("Damage control"), es decir, la búsqueda de medidas de reparo que logren, en lo posible, enmendar nuestra falta. Es así como nuestro proceso de rectificación toma lugar y tiene como lema: "Cambiar lo que se pueda; aceptar lo que no" [La Tierra antes del tiempo].
Somos humanos, de hecho, somos jóvenes humanos y por ello es casi inevitable que durante nuestro trayecto lleguemos a cometer errores producto de nuestra (por ahora) limitada experiencia. De nosotros va a depender ser lo suficientemente valientes para responder por nuestro desatino y lo suficientemente sensatos para que éste sea de aquellos de una vez en la vida. Algo seguro es que a partir de ahora this little prince llevará el aceite sobrante al contenedor de basura apropiado =]
Un feliz domingo, my friend, verano o invierno realmente it's always a good time.
Un feliz domingo, my friend, verano o invierno realmente it's always a good time.
"We didn't need a story, we didn't need a real world.
We just had to keep walking and we became the stories, we became the places."