sábado, 7 de septiembre de 2013

Mindset Quality Assurance


Somos demasiado jóvenes como para cerrarnos tercamente y justificar nuestro negativo proceder con la frase "así me criaron". De la misma manera que fuimos capaces de aprender en el pasado, es posible aprender algo nuevo. Así como nos enseñaron en el pasado, podemos nosotros enseñar al resto algo nuevo. 

Desprogramarnos
si lo inculcado
no nos hace felices.

Tratar al resto como si fuesen inferiores o superiores basándonos en su poder adquisitivo; pensar que meramente "parecer" es ya suficiente, burlarse de personas de otras partes del país, creer que las mujeres no pueden valerse por sí mismas y que los varones no deben mostrar temor; pensar que todos los "A" y "B" son de determinada manera, etc. Todas las anteriores son algunas de las ideas que hemos escuchado provenir de varias de las personas que tuvimos como ejemplo cuando éramos pequeños. Puede que durante nuestra niñez y adolescencia hayamos estado rodeados de gente que ocupaba demasiado tiempo a valorar la superficie, y a diariamente jugar entre la extenuante línea de juzgar y complacer al resto. Hoy ya no somos aquellos infantes; hoy podemos decidir quedarnos con aquellas ideas que sí tienen sentido para nosotros y revolucionar aquellas que no.

Nosotros
VS.
Nuestras ideas.

Desafiar nuestras propias ideas nos permite encontrar una verdad más profunda y mucho más sólida en la cual sostener nuestros principios y guiar nuestro proceder. Algunas de las razones por las que a menudo nos rehusamos a poner a prueba nuestra forma de pensar son: el orgullo, el cual asume que nuestra manera tiene que ser la correcta; el miedo a quedar inestables, pues durante nuestra introspección algunos de nuestros pilares deberán ser derribados si así lo merecen; la costumbre, debido a que llegado el momento tendremos que decidir cortar el puente por el cual hemos caminado durante años; y, finalmente, la percepción del resto, pues ellos asumen que la creencia popular es "la verdad absoluta" y disuaden a los demás de siquiera cuestionarla.

Las ideas 
deben ser revisadas 
periódicamente.

Cada cierto tiempo debemos revisar nuestra forma de pensar para asegurarnos que nuestros lemas aún continúen siendo relevantes. Si hemos hecho uso de la experiencia recolectada a través del tiempo, notaremos claramente que nuestra manera de pensar no es la misma que la de hace algunos años. Cada temporada nos llega una "llamada de atención", que, si estuvimos atentos y escuchando, nos permite re-evaluar nuestra actitud. Hace cinco años, por ejemplo, nuestro concepto del amor distaba de aquel que abrazamos hoy.


Debemos tener presente que crecer no necesariamente significa desechar todas nuestras ideas pasadas. Madurar significa, entre muchas cosas más, usar la experiencia ganada para identificar los conceptos que han quedado obsoletos y refinar aquellos que sí nos hacen felices. Recordemos que somos nosotros y solo nosotros los que decidimos permanecer o no ignorantes. ¡Quién sabe! Quizá la próxima insólita idea que escuchemos sea la que marque una nueva era en nuestra historia.

Feliz sábado, my friend. Pásalo como más lo disfrutes =]



"Will you come with me? 
Are you down to turn your world around."