viernes, 13 de marzo de 2015

These little precious pleasures

A veces, las personas ponemos tanto juicio a nuestras fuentes de goce que con demasiada facilidad terminamos acorralándolas en intrincadas combinaciones de austeridad, culpa, altanería y desmesurada racionalización sin percatarnos que en el proceso hemos asfixiado una preciada oportunidad de alegría. Increíble tener la osadía de ser tan arrogantes en un mundo que simplemente no pregunta dos veces.

"Those who prefer their principles over their happiness, 
they refuse to be happy outside the conditions 
they seem to have attached to their happiness."
[Albert Camus]

La experiencia humana debe ser apreciada ampliamente siendo un paso fundamental sincerarnos con respecto a nuestras necesidades y la virtual brevedad de nuestra estancia. Es muy injusto desarrollar un revestimiento de mortificación que nos prive de las inofensivas posibilidades de disfrute que podrían hoy haber tornado a nuestras sombras de color. En lugar de una innecesaria lucha interna, honrar nuestros deseos - contemplando los derechos del resto- tendría que convertirse en un imperativo personal.

"At such moments, 
I don't think about the misery,
but about the beauty that still remains."
[Anne Frank]

Brutales actos de violencia, desgarrador dolor indiscriminado y terribles manifestaciones de abuso y crueldad han sido tramas recurrentes en la historia de la humanidad. De hecho, habitamos en un mundo donde el profundo sufrimiento forma parte de su día a día pudiendo nosotros dar fe de ello de primera o segunda mano desde nuestro aún joven recorridoEn vista de la muy inexorable quota de dolor que también constituye nuestro camino, si tenemos ante nosotros incluso la más remota oportunidad de una pequeña y/o efímera alegría capaz de ser aprovechada responsablemente, por qué resolveríamos ser indiferentes a ella?

And so we choose 
to embrace the beautiful warm light 
and give in to the irresistible fire.
(Ver dibujo)

El objetivo no es sumergirse en los placeres terrenales irreflexivamente agraviando a las partes involucradas en el trayecto y comprometiendo nuestro bienestar; la meta es desarrollar un criterio que en lugar de ser intransigente, alivie la ansiedad de tener que vetarnos constantemente por el cumplimiento de reglas autoimpuestas diseñadas para complacer el capricho de mentes estrechas. Nuestra decisión puede no ser la más popular, pero tenemos el derecho de tomarla. Abramos la mente, seamos honestos, seamos respetuosos y ahí podremos disfrutar la cereza de nuestro presente.